Como la inteligencia artificial (IA) puede ayudar a optimizar el uso del agua en el regadío
La inteligencia artificial (IA) es una gran aliada para abordar los retos que tenemos en la gestión del agua en la agricultura de regadío ya que nos puede ayudar a aumentar la eficiencia en el uso del agua de riego en el regadío.
Pero, ¿Qué es la inteligencia artificial (IA)?...se trata de un campo de la informática que desarrolla sistemas capaces de imitar la inteligencia humana para realizar tareas como aprender de datos, reconocer patrones y tomar decisiones, todo sin intervención humana directa.
Actualmente la IA está omnipresente en la sociedad, impactando en diversos aspectos de nuestra vida diaria, desde asistentes virtuales como Siri y Alexa que nos ayudan a gestionar nuestras tareas hasta sistemas de recomendación en plataformas de entretenimiento como Netflix y Spotify que personalizan nuestras experiencias. La IA está en constante evolución y está impulsando avances significativos en importantes áreas como es el caso particular del área de la salud, donde se utiliza para diagnósticos médicos precisos y desarrollo de tratamientos personalizados. Por otro lado, en sectores como la publicidad digital y la seguridad financiera, la IA es fundamental para dirigir anuncios de manera más precisa y detectar posibles fraudes. En la industria automotriz, la IA alimenta el desarrollo de vehículos autónomos, prometiendo un futuro de transporte más seguro y eficiente.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo la inteligencia artificial ha transformado la forma en que interactuamos con la tecnología y cómo las empresas operan en la actualidad. Su impacto continúa expandiéndose a medida que se descubren nuevas aplicaciones y se perfeccionan las técnicas existentes.
El sector agrícola no queda fuera de esta tendencia y el uso de IA en este sector está transformando la agricultura al permitir una toma de decisiones más precisa y eficiente en áreas como la predicción y prevención de plagas y enfermedades, la optimización de la producción agrícola mediante recomendaciones en tiempo real, la agricultura de precisión con el uso de tecnología, la automatización de tareas agrícolas mediante robots, la gestión eficiente de recursos hídricos y la mejora genética de cultivos mediante el análisis de datos genéticos. Todo esto tiene como resultado el aumento de la productividad, la reducción de costes y el aumento de la sostenibilidad del sector agrícola.
La aplicación de IA en la agricultura para el caso particular de mejorar la eficiencia en el uso del agua de riego es un área de investigación y desarrollo cada vez más importante. Mediante el análisis de datos históricos y en tiempo real, la IA puede predecir la demanda de agua para riego, permitiendo una planificación más precisa del suministro hídrico. Además, los sistemas de riego inteligentes, controlados por algoritmos de IA, pueden ajustar de forma precisa la cantidad de agua suministrada en función de diversas variables, como la humedad del suelo, el estado del cultivo, el índice de vegetación y la estrategia de riego, actuando de forma automática sobre los elementos de automatización. De esta forma se garantiza un uso óptimo del agua.
Los algoritmos de IA, además de usar los datos para la programación óptima del riego, pueden analizar imágenes satelitales y datos de sensores para detectar anomalías en los patrones de crecimiento de los cultivos que puedan indicar problemas de riego, como el estrés hídrico. Esto permite tomar medidas correctivas de manera oportuna.
En la planificación de cultivos, el uso de IA permite el análisis de un gran volumen de datos relacionados con las variables que intervienen en la elección del cultivo y a partir de este análisis realizar la elección del más idóneo en función de las características particulares en cada caso, así como realizar modelos predictivos de cómo se comportarán estas variables. En relación al uso óptimo del agua de riego, esto permite tener como resultado cultivos adaptados tanto a la disponibilidad de agua presente como futura según el modelo predictivo.
Entre las aplicaciones de la IA a nivel de comunidad de regantes, además de los enumerados anteriormente, podemos destacar la predicción de la demanda de agua según los modelos de comportamiento de los usuarios y la predicción de averías y anomalías en las instalaciones de riego de cara a realizar un correcto mantenimiento predictivo. Todo esto además de tener como resultado la optimización del agua, permite reducir los costes de operación y mantenimiento.
A escala de cuenca, la IA puede utilizarse para desarrollar modelos predictivos de sistemas hídricos, lo que permite una gestión más eficiente y sostenible de los recursos hídricos a gran escala. Estos modelos pueden tener en cuenta factores como la disponibilidad de agua, la demanda de riego agrícola, la calidad del agua y los condicionantes ambientales. Para el caso particular de aguas subterráneas, el uso de IA tiene especial importancia ya que permitirá anticipar como se comportarán los acuíferos y predecir la disponibilidad de agua, así como su calidad, de forma que se pueden tomar las medidas oportunas para evitar la sobreexplotación de los acuíferos.
No obstante, aunque el uso de la IA en el regadío tiene innumerables beneficios, hay que destacar que para conseguir estos beneficios se debe partir de sistemas de riego (y plantación) diseñados de manera optima y gestionados de manera eficiente. Con lo cual, la aplicación de IA será un plus.
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